Según ha publicado El Debate, la empresa Infraestructuras Montearagón SL, propiedad de Fernando Sumelzo Cía —primo de la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo— utilizó durante más de dos años como domicilio social la misma vivienda de Pamplona donde operaba Servinabar 2000, sociedad señalada por la Guardia Civil dentro de la presunta trama vinculada a Santos Cerdán y su socio Antxon Alonso.
El Debate detalla que Infraestructuras Montearagón SL fijó su sede, entre febrero de 2021 y marzo de 2023, en el segundo piso del número 1 de la calle San Nicolás de Pamplona, la sede de Servinabar desde diciembre de 2018. y hasta el pasado junio cuando fue registrada por la UCO. Esta dirección aparece repetidamente en los informes de la UCO y de la Guardia Civil como uno de los nodos centrales de la actividad financiera investigada.
De acuerdo con la información de El Debate, la coincidencia temporal y espacial entre ambas sociedades no sería casual: cuando la firma de Fernando Sumelzo desembarca en el inmueble, Servinabar ya llevaba más de dos años operando como estructura societaria de la presunta red. Su salida del piso coincide con los primeros movimientos de reorganización en las sociedades vinculadas a la presunta trama.
A esta circunstancia se suma la actividad pública de Sumelzo SA, la constructora aragonesa perteneciente a los hermanos de Susana Sumelzo. Tal como subraya El Debate, la compañía habría obtenido más de 30 millones de euros en contratos desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno, entre adjudicaciones estatales e institucionales otorgadas por administraciones bajo control socialista. Entre ellas se encuentran obras para la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Dirección General del Agua, la Diputación de Zaragoza, diversas comarcas y varios ayuntamientos gobernados por el PSOE.
Además, el diario aragonés Heraldo ha recordado que la constructora Sumelzo SA realizó una transferencia de 12.100 euros a Servinabar en 2020, según los registros de la Hacienda Foral. La empresa aragonesa explicó que dicho pago correspondía a dos colaboraciones empresariales con Servinabar que, según afirmaron, resultaron finalmente “infructuosas”.
