En nuesta localidad los carnavales giran en torno a Tartalo, monstruo de un ojo al que se le persigue y quema en una hoguera. Este martes 28 de febrero puedes participar a las 19:00h en el Pasacalles de Tartalo, con la Txaranga Delirium, Gaiteros, Txistularis Ilunabarra y Zanpanzar de Zizur Mayor.Las salida se relizará desde la Casa de Cultura de Zizur Mayor.
- 19:00h.
- Búsqueda y sentencia de Tartalo con Gaiteros de Zizur, Zanpantzart, Zizurko Trikitilariak y grupo de danzas Birariak Taldea. Lugar: Concejo Viejo.
- Quema de Tartalo y reparto de tortillas de carnaval Concejo viejo.
- Toro de fuego. Calles del Casco Antiguo.
Según cuenta la leyenda:
Tartalo era un jentil que había nacido con un solo ojo, (la mitología mas moderna lo muestra como un cíclope, situación ésta, que parece ser una influencia de la mitología griega). Según las viejas voces de Euskal Herria, tenía un apetito voraz y costumbres antropófagas. Vivía en el monte Erreniega, muy cercano a las localidades de Zizur Mayor (Navarra).
Dos hermanos del caserío Antimuño, de Zegama (Gipuzkoa), sorprendidos por una tormenta en medio del monte Zadar, mientras se dedicaban a cazar, se refugiaron en una choza. Al poco entró también un rebaño de ovejas, y un gigante con un solo ojo en medio de la frente, propietario de la misma. Era Tartalo, el temido antropófago, quien cerró la entrada de la choza colocando una enorme roca en la puerta.
Al ver a los dos hermanos, sentenció:
– Tú para hoy – señalando al más viejo de los hombres,
– y tú para mañana – señalando al más joven.
Tras lo cual atravesó al mayor de los hombres con un largo asador, lo puso al fuego y después se lo comió con gran voracidad. Luego se tumbó en el suelo y se quedó profundamente dormido.
Aunque muerto de miedo, el hermano sobreviviente colocó el pincho del asador en el fuego, esperó a que estuviera al rojo vivo y se lo clavó al cíclope en el ojo. Tartalo se incorporó dando alaridos, tratando de atrapar a tientas al de Antimuño. Pero el joven, se había ocultado entre las ovejas y las pieles que había por allí.
En vista de lo inútil de su búsqueda, el gigante apartó la roca de la entrada y se plantó en medio de la puerta con las piernas abiertas.
Haciendo salir a todo el rebaño por entre ellas, palpó a cada una de ovejas. Pero el prisionero, envuelto en una de las pieles, logra escapar. Para cuando el cíclope descubrió el engaño, el muchacho corría ya monte abajo.
Inició entonces Tartalo una pronta persecución, y como tenía las piernas mucho más largas que su perseguido, en seguida estuvo a punto de darle alcance. Aunque sin conseguirlo, pues el muchacho, en desesperación, optó por arrojarse a un pozo. También lo haría el gigante. Pero el de Antimuño, buen nadador, logró ponerse a salvo. Por el contrario, Tartalo, que no sabía nadar, pereció ahogado.
Recuerda que puedes seguirnos en facebook, twitter, pinterest y participar en el foro zizurardoi.com: [Foro zizurardoi.com]