Este lunes se iba a constituir el jurado popular para enjuiciar el crimen de la Rotxapea, ocurido el 10 de mayo del año pasado en un domicilio de la calle Bernrdino Tirapu. Sin embargo, antes de que se constituyera el jurado popular, la acusada del crimen de la Rochapea ha aceptado una condena de 10 años y 6 meses de prisión por estos hechos.
En concreto, la condena es por un delito de homicidio con la concurrencia de la atenuante de reparación del daño, ya que con anterioridad la acusada había depositado 10.000 euros para el abono de la responsabilidad civil.
Por este mortivo, el juicio ha concluido al haberse llegado a un acuerdo de conformidad entre las partes.
Como se recordará, la acusada mató de una cuchillada a su expareja en el domicilio de él en Pamplona. El fiscal solicitaba 13 años de prisión para la procesada, de nacionalidad cubana, como autora de un delito de homicidio. La acusación particular pedía 15 años por el delito de homicidio y 5 años más por un delito de amenazas, mientras que la defensa reclamaba inicialmente la absolución al considerar que concurre la eximente completa —circunstancia que libera de responsabilidad penal— de anomalía o alteración psíquica.
El 10 de mayo del pasado año, la acusada envió un mensaje por WhatsApp a su ex, pese a que tenía una orden de alejamiento e incomunicación que le impedía mantener ningún contacto con él. Le dijo que quería ir a su domicilio, situado en el barrio de la Rochapea, para discutir cuestiones relacionadas con la hija en común.
La condenada acudió a las 13.47 horas, y salió del portal sin poder entrar en el domicilio, ya que el hombre no se encontraba en el interior. Regresó de nuevo a las 14.11, y subió al piso. Mantuvo una discusión verbal con su ex, durante la cual, con ánimo de acabar con su vida, cogió un cuchillo y se lo clavó, siguiendo una trayectoria dentro del cuerpo descendente y de fuera adentro, la cual le produjo una trayectoria de 15 centímetros.
Al sentir la puñalada, la víctima abandonó el domicilio. Bajó por las escaleras y cayó desplomado poco después en el rellano del portal.
