“Y yo, no me suele causar rubor decir
soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer
que vive con impotencia el fango
que sobre ella esparcen
día sí, y día también…”.
Suena a bolero, ¿verdad? Y a ranchera. Y a dreamy punk.
Lo que seguramente no pasa desapercibido es que la letra procede de la carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha dejado a España en shock. Tras su estela, al menos seis temazos musicales se han hecho virales en internet. La inteligencia artificial compositora de canciones acaba de ganarse un puesto imbatible como fenómeno de masas.
La red de creadores
La carta que el presidente del Gobierno mandó el miércoles 24 de abril, a título personal, a todos los españoles, es una situación inédita que genera inquietud entre muchos ciudadanos, políticos, periodistas y politólogos. Pero hay una parte de la sociedad, no tan minoritaria, que rompe tensiones con humor y memes en redes sociales a velocidades impensables años atrás.
El bolero de Pedro Sánchez
Y si la carta aparecía publicada a las 19:09 en X (otra cosa inédita, y que supone un éxito de la plataforma anteriormente conocida como Twitter), a las dos horas un usuario de esta red social publicaba una canción con estilo dreamy punk con la letra de la carta.
En menos de dos días han aparecido al menos 6 canciones con diferentes estilos, que rebotan por WhatsApp. Quizá la que más viral se ha hecho es el bolero, pero también tenemos una ranchera, una canción con ritmos latinos o una balada acústica.
El boom de la IA en la industria musical
Éste es el evento que hacía falta para que se popularizasen aplicaciones que llevan rondando desde hace meses, y que, aunque no han tenido el éxito arrollador de ChatGPT, empiezan a estar maduras.
De la inteligencia artificial ya sabíamos que es muy hábil con el lenguaje o que puede generar o transformar imágenes o vídeos, pero no se había puesto el foco en la música. Y, efectivamente, genera música. Aunque es una tecnología que tiene aún mucho desarrollo por delante, el bolero de Pedro Sánchez permite intuir lo que será capaz de hacer en los próximos meses. Va a significar una total revolución en la industria musical y, pese a que habrá intentos por pararla, finalmente acabaremos conviviendo con ella.
Las pioneras para el gran público
Google fue uno de los primeros actores que comenzaron a enseñar las capacidades de estos modelos de generación de música, aunque no permitía que el público en general lo utilizase. Así que, como pasó con OpenAI, fueron compañías más pequeñas, sin tanto que perder, las que lanzaron los primeros modelos para uso general.
Suno primero, y últimamente Udio, han mostrado lo cerca que estamos de escuchar canciones no creadas ni interpretadas por seres humanos. Algunas de estas creaciones son realmente indistinguibles de una canción compuesta por humanos. Aunque en castellano el acento no está muy conseguido, en inglés se encuentran verdaderas maravillas.
Y el proceso es tan fácil como acceder a la web y pedir que genere una canción con la letra elegida. Por ejemplo, la carta más impactante en la política española reciente, la de Pedro Sánchez.
Después, basta solicitar que ponga la música en el estilo y ritmo que se desee; desde hip hop, a música electrónica, indie, jazz, heavy o una romántica balada.
Piezas de 32 segundos
Cualquier estilo es posible. Actualmente genera piezas de 32 segundos, pero está la opción de unir varias (hasta 6) con el mismo o diferentes estilos.
Es posible generar una canción dedicada a los hijos, con nombres y contexto, que empiece siendo una balada, continúe con trap y acabe como una canción house.
Al margen de la frivolidad política de crear una ranchera ante un cisma político, ¿no estamos yendo muy rápido y muy lejos con la inteligencia artificial? Estamos permitiendo que conquiste parcelas que estaban destinadas exclusivamente al ser humano: pintura, música, escritura… Creatividad.
Como la inteligencia artificial generativa de lenguaje a la que ya nos estamos acostumbrando, el uso de estas herramientas no es darle al botón y que lo genere; o no debería serlo. Estamos construyendo estos modelos para potenciar al ser humano. Aplicaciones que expandan nuestra creatividad, que permitan hacer cosas que no eramos capaces de lograr (o hacerlas mucho más eficientemente).
Con esta democratización del arte se está permitiendo que personas sin formación musical puedan expresarse artísticamente.
¿Es creativo?
El desarrollo de estos modelos implica hacerse preguntas que los ingenieros están tratando de contestar: ¿qué hace que una pieza sea considerada creativa? ¿Puede una máquina realmente ser creativa o simplemente simula la creatividad humana? Estas preguntas conectan con las cuestiones fundamentales y hacen también que evolucionemos como personas.
Estamos viviendo un momento de la historia realmente emocionante, con avances que todavía somos capaces de imaginar. Mientras tanto, no perdamos el sentido del humor, que también es una característica todavía exclusiva de las personas.
Mi favorito: el bolero.
Sergio Travieso Teniente, Responsable de Compensación y Beneficios y profesor, Universidad Francisco de Vitoria
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.