El 25 de abril de 2009, hace casi 15 años, Yamiled Giraldo Quintero murió asesinada en Cordovilla, tiroteada por un sicario contratado por el dueño de un club de alterne encarcelado por abusar sexualmente y obligar a prostituirse a mujeres a quien ella había denunciado. En ese momento ella era vecina de Ituren, una localidad en la que había rehecho su vida y construido una familia.
Su historia es una de las que aparecen en el libro Nieva ceniza. Crónicas contra el olvido y en la exposición homónima creada con las fotografías que introducen cada historia. Y es sin duda una de las más importantes.
Y la cita de ayer en Ituren, donde se inauguraba la exposición para coincidir también con esa fecha señalada, se convirtió en un emotivo y caluroso homenaje a Yamiled y a toda su familia.
En la inauguración, emocionante y difícil para el fotoperiodista Iván Benítez, autor de las fotografías de la exposición y del libro, se explicó bien la esencia de la exposición y se detallaron las historias que hay detrás de muchas de sus imágenes. Pero la emoción llenó la sala cuando, al llegar a la fotografía de Yamiled intervino su familia, que quince años más tarde aprovechó para compartir recuerdos bonitos de su madre y esposa en vida: su trabajo, su humor, su alegría de vivir y su cariño, algo que le hizo ganarse rápido el de sus vecinos y vecinas.
Lo que no esperaban es que el Ayuntamiento de Ituren, en representación de toda la localidad, les entregara un ramo de flores y les rindiera un sentido homenaje. El acto terminó con un aperitivo ofrecido también por el Ayuntamiento que puso el broche amable a una tarde llena de emociones.
La exposición se podrá visitar en Ituren hasta el próximo 5 de mayo. Los viernes(18.30-20.30h), sábados (16-20h) y domingos (10-13h).
Mucho más que un libro, una exposición y un proyecto de sensibilización
Cada una de las fotografías que forman parte de la exposición sirve para introducir en el libro las diferentes crónicas en primera persona que Iván Benítez ha realizado a lo largo de más de dos décadas por el mundo entero. Y lo ha hecho siempre con un objetivo: no olvidar. No olvidar las injusticias, las guerras, las desigualdades, las masacres, las catástrofes y, sobre todo, no olvidar a quienes más sufren, sin importar en qué parte del mundo se encuentren.
Por eso esta exposición contribuye de manera esencial a continuar con el objetivo. Y por eso también se ha convertido en una muestra itinerante que, ya convertida en un proyecto educativo y de sensibilización social, ya ha pasado por la Casa de la Juventud de Pamplona, por la Biblioteca de San Pedro, también en Pamplona, por la casa Abacial en Alcalá la Real, por Berriosuso, por Huarte-Arakil y Elizondo. Ahora vuelve a Pamplona, donde irá de nuevo visitando diferentes espacios a los que, además, se invita a colegios e institutos, que realizan encuentros con Iván Benítez.
