a música también puede vivirse sin focos ni grandes escenarios. A veces basta un sofá, unas guitarras afinadas y ganas de compartir. Con esa premisa, el grupo navarro Musas y Fusas ofreció el pasado lunes un concierto muy especial en el salón de una familia del centro de Pamplona, una experiencia tan cercana como coherente con el mensaje de su último single, Ciao, año viejo.
La actuación fue el premio de una original iniciativa puesta en marcha con motivo del lanzamiento de esta nueva canción, un villancico contemporáneo que invita a despedir el año celebrando lo vivido y rodeándose de quienes «nos hacen bien». «El single habla de compartir momentos con las personas que nos suman. Un día, en un ensayo, dijimos que sería maravilloso llevar eso a la práctica, de verdad, de tú a tú», explica María Suberviola, líder del grupo. «De ahí surgió esta pequeña locura, muy en consonancia con lo que queríamos contar también en el videoclip».
La propuesta despertó un notable interés: cerca de medio centenar de familias se ofrecieron a abrir las puertas de su casa para acoger el concierto, cuyo único requisito era, precisamente, ese gesto de hospitalidad. Finalmente, la música recaló en una vivienda del casco urbano pamplonés, donde Musas y Fusas fueron recibidos entre carteles, dibujos y una decoración improvisada que arrancaba ya desde el descansillo.
«Al principio estábamos alucinadas, era rarísimo que viniera Musas y Fusas a nuestra casa y estábamos un poco nerviosas», relataba una de las anfitrionas. «Pero en cuanto se sentaron en el sofá y empezaron a tocar, nos pusimos a cantar con ellos. Fue súper divertido». Una vivencia que, como resumía la madre de la familia, quedará «en la libreta de las cosas para contar».
Desde su nacimiento en 2020, Musas y Fusas han ido construyendo una propuesta singular dentro de la música familiar, apostando por un pop-rock cuidado y sin condescendencias, capaz de conectar con públicos de todas las edades. Sus canciones abordan valores como la igualdad, el respeto, la diversidad o la ecología sin renunciar a una sonoridad elaborada que huye de la infantilización y reivindica la escucha compartida entre adultos y niños.
Ciao, año viejo mantiene esa línea: un tema optimista y reflexivo, con guiños navideños, riffs luminosos y cascabeles, que anima a cerrar el año dejando atrás lo que no ha llenado y celebrando lo esencial. La canción contará además con una versión karaoke, pensada para cantarse en familia, en colegios o en reuniones festivas.
La trayectoria del grupo avala su condición de referente estatal en este ámbito. Han llenado salas como Zentral y pasado por festivales como Sonorama Ribera, Mugacu Fest, Actual, Renacuajos Fest o Primavera Encuentada, con numerosos conciertos con el cartel de sold out. En esta gira han compartido escenario con artistas como Chica Sobresalto, Kai Etxaniz, Pedro Razkin, Gussy o Javier Erro.
Musas y Fusas lo forman María Suberviola (voz, teclado y composición), Xabier Ansó (bajo y producción), Iñaki Santos (guitarras), Naiara Ruz (coros y guitarras) y Ander Orduna (batería). Esta vez, sin embargo, no hubo camerinos ni telones. Solo un salón, una familia y la certeza de que, al menos por una tarde, la Navidad cabía entera dentro de casa.







