ELA ha expresado este jueves su rechazo al cierre de la planta del Grupo Antolín en Navarra, que provocará la pérdida de 108 empleos. La empresa, dedicada a la fabricación de componentes para la automoción, anunció en septiembre la puesta en marcha de un ERE para proceder al cierre. El sindicato denuncia que no existen razones para esta decisión, alegando que los componentes fabricados, como elevalunas y paneles, seguirán siendo demandados en el mercado automovilístico, a pesar de la electrificación del sector.
108 despidos en Grupo Antolín
Durante las consultas del ERE, ELA manifestó que las causas económicas y de producción esgrimidas por el Grupo Antolín no se han acreditado suficientemente. El sindicato subraya que no se ha clarificado si el trabajo que deja la planta se realizará en Navarra o en otro territorio. Según ELA, esta falta de transparencia pone en entredicho las razones expuestas por la empresa para justificar el cierre de la planta y el despido de sus empleados.
Críticas a la gestión gubernamental
Además, el sindicato señaló que el Gobierno de Navarra tampoco ha ofrecido respuestas claras sobre su posición ante el cierre de la planta. Para ELA, el papel del Departamento de Industria ha sido insuficiente, dado que se trata de una multinacional que ha recibido importantes ayudas públicas. El sindicato demanda una mayor implicación de las instituciones para proteger el empleo y no permitir que estas ayudas se utilicen para justificar el abandono de proyectos industriales en la región.
La planta afectada, que emplea a un 60 % de mujeres, es un pilar importante en la comunidad local, y su cierre tendrá consecuencias en el tejido económico y social de la zona. ELA sostiene que es imprescindible una respuesta contundente para evitar la pérdida de estos puestos de trabajo, en lugar de permitir que la carga de la transición hacia la electrificación recaiga sobre las trabajadoras y trabajadores.
Para ELA, esta situación pone en evidencia la necesidad de mejorar las condiciones del sector automovilístico y asegurar que las transformaciones tecnológicas no se realicen a costa de los empleos. El sindicato insiste en que el Grupo Antolín, al igual que muchas otras empresas del sector, ha generado beneficios en los últimos años y debe garantizar la estabilidad laboral de su plantilla.
En el contexto de las negociaciones del Convenio Colectivo del Metal, ELA ha insistido en la importancia de contemplar la subrogación de la plantilla para evitar la pérdida de empleos en casos como este. El sindicato lamenta que esta propuesta no fuera incluida en el convenio suscrito por CCOO y UGT, lo que podría haber ofrecido una solución a la situación actual en la planta del Grupo Antolín.
ELA se mantiene firme en su postura y continuará con las movilizaciones para evitar el cierre de la planta y la destrucción de empleo en Navarra. Para el sindicato, el papel de las instituciones y del Gobierno de Navarra será crucial en la búsqueda de alternativas que garanticen la continuidad del trabajo en la región y la preservación de la estabilidad económica local.