La Asociación de Discotecas de Navarra ( Navarra de Noche) se suma a la denuncia de la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos ( España de Noche) sobre el agravio comparativo y la presión administrativa que sufren los locales de ocio y espectáculos ante la impunidad de las actividades ilegales o irregulares.
En este sentido, alertan de la competencia desleal promovida y/o consentida por algunas administraciones públicas que autorizan y consienten todo tipo de eventos y espectáculos en recintos y locales sin licencia, al aire libre, sin ningún tipo de aislamiento acústico, ni las necesarias medidas de seguridad, así como la impunidad total con la que se extiende el botellón por toda la región.
Al respecto, aseguran que el funcionamiento de las ferias, discomóviles y verbenas incumplen sistemáticamente la normativa sobre contaminación acústica. Además, advierten que se prolongan en horarios absolutamente desproporcionados que alcanzan la madrugada, generando molestias vecinales y eliminando cualquier posibilidad de actividad de los locales reglados dentro de su horario legal.
De la misma forma, denuncian la permisividad de los ayuntamientos con el botellón, sin que exista ningún tipo de plan de actuación para evitar las molestias vecinales o los problemas de seguridad, robos, altercados y agresiones asociadas a estas concentraciones multitudinarias.
Ante esta tesitura, desde los colectivos consideran que existe una doble vara de medir a la hora de regular las actividades de ocio y espectáculos desde las administraciones públicas competentes. En este sentido, insisten en que hay eventos y actividades que ejercen su actividad sin contar con las licencias y permisos necesarios, al margen de los controles administrativos, especialmente en materia de seguridad. En cambio, sostienen que los locales de ocio y hostelería están sometidos a todo tipo de controles y normativas con criterios restrictivos y desproporcionados.
El sector reclama la aplicación del marco regulador en igualdad de condiciones
Con respecto a la saturación de la oferta de festivales, que amenaza con el estallido de la burbuja de los macroeventos, aseguran que, en determinadas ocasiones, éstos reciben un trato de favor en perjuicio de los locales de ocio. Asimismo, el sector considera que hay favoritismo por parte de las administraciones competentes con este tipo de eventos en términos de patrocinio y permisividad con el cumplimiento de la normativa en materia de consumo, ruido y horarios, entre otros aspectos.
En este contexto, reclaman a las administraciones y organismos públicos la aplicación de la normativa reguladora de espectáculos y actividades recreativas en igualdad de condiciones para todos los operadores, tanto públicos como privados. Además, pide la racionalización de los horarios de los conciertos y festivales al aire libre para proteger la convivencia ciudadana y el compromiso por la seguridad y la defensa de los derechos del consumidor.