Durante febrero y marzo se celebran los carnavales navarros ofreciendo a lo largo y ancho de su geografía un amplio abanico de ritos durante estas fiestas
Brujas, osos, fantasmas de tela de saco rellenos de paja, carboneros, gigantes y bandidos con varas se adueñan de las calles de muchos pueblos y recuperan algunas de las danzas y rituales mágicos más ancestrales.
Estos son algunos de los carnavales más singulares de Navarra:
- Ituren y Zubieta: fiesta declarada Bien de Interés Cultural. Los Zanpantzar o ioaldunak (cencerros) de estos pueblos vecinos, desfilan por sus calles ataviados con pellizas de oveja y gorros cónicos con cintas de colores, agitando sus grandes cencerros a un compás estrepitoso y sobrecogedor, con el fin de ahuyentar a los malos espíritus. El lunes los de Zubieta visitan el pueblo de Ituren, y el martes al revés, los zanpantzar de Ituren son los que hacen la visita al pueblo vecino. Son el 28 y 29 enero.
- Lantz: su carnaval declarado también Bien de Interés Cultural, está presidido por el bandido Miel Otxin que es capturado y quemado en una representación burlesca.
- Altsasu-Alsasua: su carnaval está declarado Fiesta de Interés Turístico. Los momotxorros son los protagonistas, ataviados con trajes ensangrentados y grandes cornamentas. Llevan sus caras cubiertas con crines de caballo, cencerros en las espaldas que causan un verdadero estruendo, y un sarde con el que amedrentan al público asistente. En el desfiles bailan junto a otros personajes, como las brujas, las mascaritas, los «Juantramposos» o el macho cabrío. Se celebra el 3, 5 y 9 marzo
- Aoiz: las angostas calles de esta villa se llenan de colorido en este carnaval. Los chicos van vestidos de cascabobos cuyo elemento más llamativo es el gorro o ttuntturro adornado con cintas de colores. Cubren su rostro con un antifaz y una tela y llevan campanillas atadas al cuerpo. Pegan a todo el que se encuentran a su paso con una bota, un palo del que cuelga una media o un calcetín relleno de trapos. En cuanto al atuendo de las mascaritas (las chicas) se caracteriza sobre todo por su llamativo sombrero con velo grueso que oculta sus rostros. Además de la kalejira y puzkabiltza (colecta de huevos y chistorra), se realiza la apertura y purificación de la calle «Maldita» conocida ahora como la calle de cascabobos y mascaritas. La tradición popular cuenta que en ella se produjo un asesinato hace más de 70 años y desde entonces permanece cerrada. Sólo durante el carnaval la calle se abre para ver desfilar a los personajes de su carnaval que portan antorchas encendidas después de la quema de Ziriko y Kapusai, protagonistas de aquel trágico suceso. Son durante los días 2 y 5 marzo
- Bera: hombres y mujeres intercambian los papeles. En el desfile de los inude ta artzaiak, ellos se visten de nodrizas y ellas de pastores y de esta guisa desfilan en parejas por las calles de la localidad.
Goizueta: los protagonistas son dos carboneros que llevando a sus espaldas unos zagis o pellejos de vino inflados, persiguen a las mujeres y bailan entre dos filas de makildantzaris o paloteados. En un momento dado los carboneros hacen una pirueta y salen corriendo para zafarse del inevitable golpe de los palos de los mozos. Los carboneros con las caras tiznadas de negro persiguen a los espectadores con el fin de mancharles la cara. Se celebran el 28 febrero y 3, 4 marzo - Lesaka: los zaku-zaharrak son personajes embutidos en sacos llenos de paja con la cara cubierta por pañuelos, que portan pizontziak (vejigas infladas) para golpear a la gente que recorre las calles del pueblo al atardecer. Cuando se cansan, se sientan en el suelo unos encima de otros para reposar. Otros personajes de este carnaval son los mairuak mujeres con sombreros de los que cuelgan cintas de colores y los goitarrak,hombres y mujeres vestidos de blanco con txapela y jersey rojo y con cascabeles que tocan las castañuelas. Se celebra el día 3 marzo.
Unanu: los «mamuxarros» son personajes vestidos de blanco con faja roja en la cintura y careta metálica con la que cubren el rostro. Llevan un gran pañuelo de colores por la cabeza y cuello, y provistos de largas varas amenazan y pegan a quienes no van disfrazados. Es costumbre que sus víctimas, normalmente mujeres jóvenes, se arrodillen ante la captura y después de que el «mamuxarro» le haga la cruz en la frente, ésta tenga que darle un beso en la rodilla. Celebrado los días 3 y 5 marzo.