Este viernes 27 de septiembre, a las 10 de la mañana, los colectivos integrantes del Protocolo Ola de Frío han acudido a la puerta de los Servicios de Alta Exclusión del Ayuntamiento de Pamplona, en la calle Zapatería 40, acompañando a dos familias con menores que actualmente se encuentran en situación de calle. Según han indicado en su comunicado, ambas familias ya habían acudido varias veces a lo largo de la semana solicitando apoyo, sin obtener una respuesta efectiva a su situación de emergencia.
"Desde el servicio, al igual que en días anteriores, se han negado a atender la situación", han señalado los representantes de los colectivos, subrayando que el personal del ayuntamiento se ha escudado en supuestos protocolos de actuación sobre los que no se ha facilitado información concreta. Además, han denunciado que el argumento recurrente ha sido la falta de recursos, a pesar de la urgencia y vulnerabilidad que presentan estas familias.
Durante la protesta, un individuo que se ha identificado como miembro de la organización "Millonetis Sin Fronteras" ha hecho acto de presencia, emitiendo declaraciones cargadas de ironía. "Ha agradecido al actual ayuntamiento su apuesta decidida por el turismo y por mantener 'a raya a la chusma'", han destacado los manifestantes, añadiendo que este individuo concluyó su intervención al grito de "¡Viva el turismo! ¡Viva el consumismo!".
Como respuesta a esta situación, el personal de la Oficina de Alta Exclusión ha optado por llamar a la policía municipal. "En cuestión de minutos, cuatro patrullas se han personado en la puerta y han procedido a identificar a dos de las personas que participaban en la protesta", han afirmado los colectivos, quienes han expresado su sorpresa por la rapidez con la que se movilizan recursos cuando se trata de reprimir una protesta, mientras que las necesidades básicas de las personas en situación de vulnerabilidad siguen desatendidas.
Finalmente, en su comunicado, los colectivos han lanzado una pregunta que consideran fundamental: "¿Cómo puede ser que nuestra ciudad esté preparada para acoger cada año a un millón de turistas en solo una semana, y al mismo tiempo se niegue a ofrecer atención a un puñado de personas en situación de extrema necesidad?".
Han concluido su intervención subrayando la contradicción que, a su juicio, representa la gestión municipal actual: "Sorprende que una ciudad gobernada por un ayuntamiento de izquierdas apueste no por la inclusión de las personas más vulnerables, sino por poner la alfombra roja al turismo, un fenómeno que, lejos de traer riqueza, genera pobreza. Esto se traduce, entre otras cosas, en un aumento desorbitado de los precios de servicios esenciales, como la vivienda, que agrava aún más la situación de exclusión social".