El Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra van a construir un nuevo panteón en el cementerio municipal de San José, para inhumar los restos de las víctimas de la Guerra Civil de 1936 y del franquismo en Navarra. El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, y la consejera del departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, han suscrito un convenio de colaboración en cumplimiento de la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936.
La construcción del nuevo panteón, que será de titularidad municipal, se financia por parte de las dos administraciones, con una aportación máxima de 125.000 euros en el caso del departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, según la partida aprobada recientemente por el Parlamento en los Presupuestos Generales de Navarra. El Ayuntamiento, encargado de licitar y ejecutar la obra, incluida la urbanización y ajardinamiento de la parcela, va a sumar 50.000 euros más a su aportación, hasta los 175.000, para impulsar su realización licitando las obras en 300.000 euros. La anterior licitación de este proyecto, que salió en 250.000 euros el año pasado, quedó desierta. Las obras se realizan ante la limitación de la capacidad del espacio actual y es una demanda histórica del mundo asociativo memorialista.
El Ayuntamiento recibirá del Gobierno toda la información sobre los restos recogidos según el Protocolo de Exhumaciones vigente y realizará la sepultura de forma individualizada, garantizando su identificación y localización. La conservación y mantenimiento del panteón corre a cargo del consistorio. En cuanto a las inhumaciones, los gastos originados por el traslado de restos, tanto en su inhumación como en su posterior exhumación y entrega a los familiares, serán asumidos por la Administración de la Comunidad Foral de Navarra.
Inhumaciones
El texto del convenio establece las condiciones para que los restos sean inhumados en el nuevo panteón: deben ser víctimas de la guerra civil de 1936 o del franquismo, desaparecidas y exhumadas conforme al Protocolo de Exhumaciones de la Comunidad Foral de Navarra. Se indican tres situaciones: restos hallados en una fosa de Navarra sin que haya sido posible su identificación o que, habiéndose identificado, no han podido ser entregados a sus familias o estas no han podido hacerse cargo; restos de residentes en Pamplona fusilados e identificados, cuyas familias lo soliciten; y víctimas navarras halladas en fosas de otros lugares del Estado y que, habiendo sido identificadas, no han podido ser entregadas a sus familiares o no han podido hacerse cargo de ellos o soliciten su inhumación en el Panteón.
La vigencia del convenio firmado hoy es de cuatro años, prorrogables por otros cuatro años más.