El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,2% en noviembre en relación al mes anterior y mantuvo su tasa interanual en el -0,8% debido a que el encarecimiento de la electricidad se compensó con el descenso de los precios de los alimentos y de los paquetes turísticos.
Con el dato de noviembre, el IPC interanual encadena su octava tasa negativa consecutiva, según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados a finales del mes pasado.
El organismo estadístico ha atribuido la estabilidad de la tasa interanual del IPC en noviembre al repunte de los precios de la electricidad y del gasóleo para calefacción, frente al descenso que experimentaron en noviembre de 2019, así como al abaratamiento de los paquetes turísticos y de los alimentos, especialmente de las frutas y, en menor medida, de las legumbres y hortalizas. También influyó la estabilidad de los precios del pescado y el marisco, que el año pasado aumentaron.
En el penúltimo mes del año, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el -0,8%, una décima por encima de la de octubre.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, disminuyó una décima en noviembre, hasta el 0,2%, con lo que se sitúa un punto por encima de la tasa de IPC general.
En tasa mensual (noviembre sobre octubre), el IPC subió un 0,2% en el penúltimo mes del año, el mismo crecimiento que se registró en noviembre de 2019.
El INE explica que en el IPC de noviembre se ha proseguido con la recogida presencial de los precios, manteniéndose la recogida por medios telemáticos cuando, por motivos de seguridad sanitaria, no ha sido posible o conveniente realizarla de modo presencial.