Acercarse al mundo de las franquicias lleva aparejado aprovechar las ventajas de una idea que ya ha sido probada con éxito en otros lugares y por otros emprendedores. Como cualquier otro negocio implica una serie de desafíos en la puesta en funcionamiento y gestión de la misma. Hay que elegir un lugar adecuado, llevar a cabo una gestión correcta, como, por supuesto, otra empresa, aunque ya se tenga un modelo y marca bajo el cual regirse. También es verdad que para algunos emprendedores, la pérdida de control (que en última instancia recae en el franquiciador) puede convertirse en una amenaza a su libertad de negocio
Lo primero que se debe tener claro es el negocio que se quiere emprender. Qué cualidades tengo para el mismo y qué requisitos necesito para abrir una franquicia. Una vez teniendo claro el negocio que se quiere poner en marcha, hay que buscar el franquiciador que más convenga si se quiere convertir en franquiciado, surgiendo, de esta forma, una serie de cuestiones a analizar de forma concreta: ¿se quiere una marca popular, y una empresa que cuente con una buena reputación en cuanto al trato con sus franquiciados?, ¿qué tienes que hacer para conseguirlo?.
Consejos para ser propietario de una franquicia
Lo primero de todo hay que definir el presupuesto. Hay que conocer si se da un cargo inicial de franquicia y los franquiciadores suelen establecer unos requisitos financieros básicos para quienes tienen la oportunidad de abrir una franquicia. Una vez definido el presupuesto, hay que comenzar a buscar las franquicias adecuadas al modelo que se propone.
En esta fase, deberás encajar financieramente lo que andas buscando. Si la cantidad no encaja económicamente con lo que andas buscando, tendrás que encontrar otras opciones. No hay que perder el tiempo con determinadas franquicias estrella si no se adaptan a las posibilidades económicas.
A partir de aquí, hay que contactar con el franquiciador y otros franquiciados. El objetivo es obtener la máxima información posible al detalle y de primera mano. No hay un modo más eficaz de conocer cómo operar cierta franquicia que a través de personas que ya lo están experimentando.
Por lo general, se suelen concertar entrevista entre franquiciador y franquiciado, bien por teléfono o visitando la central de la franquicia. Esta reunión servirá de toma de contacto, de analizar los detalles, de si es adecuada la franquicia para el emprendedor y de conocer el apoyo que se recibirá de la empresa franquiciadora, además de saber si la empresa apoyará de forma constante al franquiciado.
Una vez tomada la decisión, habrá que firmar el contrato correspondiente y realizar la inversión presupuestada. Una cantidad deberá ser abonada al franquiciador por adelantado, y los gastos de inversión suelen ser adicionales, tales como material de cocina, infraestructura, local.
Por lo general, y si todo funciona correctamente, la renovación de los contratos suele ser entre cinco y diez años una vez firmado el contrato original.
Las franquicias son una buena opción para muchos emprendedores que, apostando por modelos de éxito, solo deben poner su trabajo, capital y dedicación a desarrollarlo.