Las decoraciones pictóricas fechan de entre 1369 y 1373 y se han hallado en cuatro puntos diferentes de los artesonados del patio del Ayuntamiento. En concreto, se ubican en los entablados, las latas y las vigas de los techos donde se encontraban algunas de las dependencias menos conocidas del Consistorio medieval, como la Capella del Bon Govern o las estancias del Trentenari gótico.
El hallazgo es de especial relevancia arquitectónica e histórica porque permite conocer cómo era la fisonomía arquitectónica del viejo Ayuntamiento. Además, los motivos heráldicos que aparecen, del escudo real de la Casa de Barcelona (con cuatro barras rojas sobre fondo dorado) y del escudo propio de la ciudad (con dos cuarteles con presencia de las cuatro barras, y dos cuarteles con la cruz de Sant Jordi con fondo blanco o plata), hacen patentes la convivencia en el Consistorio de la Casa de Barcelona y el Gobierno de la ciudad del siglo XIV.
“Tenemos en las manos un tesoro que destila memoria, historia y patrimonio, y que rememora los orígenes de esta casa, la casa de todo el mundo”, ha remarcado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz.
La ciudad solo tiene documentados nueve artesonados originales de esta época, hecho que todavía hace más significante este descubrimiento.
Restauración para la ciudadanía
La conservación de las pinturas góticas, que mantienen muy buena calidad cromática y nitidez de los colores, hacen pensar que se podrían recuperar tal como eran, y que hay más capas en buen estado bajo los techos. Ahora se estudiarán las posibilidades técnicas y el coste para poder recuperar completamente la decoración original del espacio, y a partir de los estudios previos se diseñará un proyecto de restauración que definirá qué pinturas se restauran.
“Es una joya histórica que nos ofrece la posibilidad de recuperar la esencia original de esta casa, recuperarla y ponerla al descubierto para que todo el mundo pueda disfrutarla y conocerla”, ha explicado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad.
El descubrimiento, muy inesperado, se ha producido a raíz de las tareas de limpieza y restauración que realizan los Servicios de Arquitectura Urbana y Patrimonio en los techos del patio del edificio histórico del Consistorio. Las pinturas del siglo XIV estaban ocultas bajo las decoraciones visibles actualmente, que fechan mayoritariamente de finales del año 1929, cuando se construyó el edificio actual. Algunas partes, sin embargo, están cubiertas con pinturas del siglo XVI, también significativas, que se prevé conservar.